Lo que parecía un operativo de control de rutina terminó con la detención de dos personas y el secuestro de más de un kilo de marihuana en Concepción. El hecho ocurrió casi por casualidad, horas antes de que se iniciara el operativo en el que se desarticularon los quioscos de droga.
Personal de la Brigada Sur, al mando del comisario Ariel López, regresaba de hacer un allanamiento por una causa de abuso sexual. Al pasar por el barrio 53 Viviendas, los efectivos observaron a un vehículo sospechoso. Al intentar identificarlo, los ocupantes del rodado pretendieron escapar corriendo. Atraparon a dos y un tercero logró huir.
Luego requisaron el Chevrolet Corsa blanco y encontraron dos ladrillos de marihuana, que pesaron 1,6 kilo, según confirmaron fuentes policiales.
Según la investigación judicial, los detenidos, oriundos del barrio Alejandro Heredia de la capital, serían proveedores de droga de diferentes quioscos del sur de la provincia. Se sospecha que el prófugo está vinculado con una red de narcomenudeo en el vecindario donde se desarrolló el operativo y en el barrio 1 de Mayo, también de esa ciudad. Los vecinos dijeron que desde hace tiempo, desconocidos a bordo de un Corsa blanco realizaban disparos contra diferentes casas.
El hombre que se escapó tiene antecedentes por hechos violentos, vinculados a la comercialización de droga. En junio de 2015 fue internado después de haber sido herido en un tiroteo. En aquella oportunidad se enfrentó con Julio “Gastonero” Chávez, actualmente detenido en Chaco por haber sido descubierto trasladando más de 100 kilos de marihuana a la provincia. Chávez es también ex pareja de Carla “La Jefa” Sánchez, condenada por tráfico de droga.
El prófugo sería hijo además de Alberto “Ututo” Zacarías, que alcanzó notoriedad en 1981, cuando junto con dos cómplices asesinó en la localidad de Agua Blanca al taxista concepcionense Nicolás Septembriano Palmieri, a quien habían secuestrado en la plaza Mitre de Concepción. Fue condenado a prisión perpetua por homicidio agravado. Tenía además acusaciones por asaltos, robos y lesiones.
En 1984, la Justicia le conmutó la pena a 25 años de prisión, pese a que había acumulado agresiones, hurtos y tres intentos de fuga con tiroteo. En 1985 fue trasladado a Villa Urquiza, donde protagonizó insólitas protestas; entre ellas, encerrarse en su celda con su mujer y sus dos hijos. Después fue enviado al penal de Concepción, de donde huyó en 1989. A los pocos meses, volvió a caer.
En 1993, por su pésima conducta y debido al grado de peligrosidad, fue llevado a una cárcel de máxima seguridad de Chaco, donde fue asesinado por otros reclusos en agosto de 1994.